
Por fin ceso la lluvia y deje Miri (Malaysia) a 30km de la frontera de Brunei. La entrada en Brunei, fue fácil, solo me preguntaron si llevaba cervezas conmigo. El sultán de Brunei que es como el rey alli, con un montón de pasta, es el que pone las leyes. Aquí no se vota, se rigen por la religión musulmana. No se puede vender alcohol. La homoxesualidad es un delito que se castiga hasta con 10 años de cárcel. Practicar sexo, para los hombres es con 14 años y para las mujeres 16.
En la carretera hay que pagar, pero la bici tiene trato especial, como nadie viaja en ella no saben que hacer, y siempre te dejan pasar, lo mismo me sucedió en Malaysia.
Los 130km restantes hasta la Bandar Seri Begawan, la capital son fáciles. En Brunei hay petróleo y gas hasta debajo de las piedras. Como hay mucho dinero no necesitan vender la madera tropical como los Malayos e Indonesios que a penas les queda jungla. En la carretera pude ver águilas, garzas,monos, goannas y serpientes, algunas muertas que volví a reatropellar. Entre sin dollares de Brunei, así que pinche mi tienda en un precioso lago cerca de la carretera. Comenzo la lluvia fuerte y calmo los 30C.
Cuando vienen, vienen todas juntas, se suele decir. Rompí la cadena, pinche dos veces, reventé la cubierta trasera (afortunadamente conservaba un plegable de cuando atravesé el desierto australiano) con el consiguiente pinchazo, perdí una zapatilla, esto lo explico; como todos los días llueve siempre acabo con las zapatillas mojadas, por eso me compre una imitación de unos zuecos australianos que no se si están de moda por vuestra tierra, son de caucho y no importa que se mojen. Llevaba mis zapatillas en la parte trasera y....solo llego una.
Me aloje en un centro de jovenes muy cerca del mercado. Brunei es bastante mas caro que su vecina Malaysia.
pase un par de dias rulando por la capital y sus alrededores. Me cayeron simpaticos los de la capi. Estuve visitando a pie la ciudad que se ve en un dia. La mayoria de la gente vive en casas flotantes en el agua (no flotan, estan con cimientos pero asi las llaman), lo demás de la ciudad son edificios de negocios,
espléndidas mezquitas y algun centro comercial.
Deje la ciudad lloviendo y me dirigi hacia la frontera con Sarawak, ningun letrero me indicaba la direccion, afortunadamente siempre hay gente por la calles.


