Pase el día en la ciudad de Bogo a la espera de coger el barco para la isla de Masbate. El esperado
barco era de madera y bambú con un motor de camión.
Tardo 5 horas en llegar a Kawayan, pueblo de pescadores en la isla de Masbate. Justo 2 km antes de llegar a la isla varias barcas se empezaron a enganchar al llamado barco mientras este no aminoraba la marcha. Todo el mundo empezó a saltar a las barcas, yo no entendia nada pero me indicaron con gestos que yo también debía de saltar, imaginaros la situación, el barco en marcha yo pasando todo mi equipaje a una barca ya repleta y no se como intentando pasar la bicicleta, digno de un show. Todo esto era porque el barco no puede atracar en la arena de la playa y las barcas si. Todo muy normal. Encontré una pensión y fui a visitar el ayuntamineto intentando conseguir un mapa acerca de la isla, pero como siempre me tuve que guiar por las indicaciones de la gente.
Al día siguiente después de 85 km atravesando la isla por la mitad llegue a la capital donde cogí mi esperado y ultimo barco en las islas Philippines.
Me dirigí a Pilar donde pase la noche, conocí gente muy rara y amable, hay muchos gays, pero muchos muchos. A 11 km estaba mi destino el pueblo de Donsol, donde estuve buceando con el pez mas grande del mundo el Tiburón-Ballena o Butanding, hay que pagar una tasa para que los pescadores no lo pesquen, esta regulado por el WWF. El tiburón ballena, no es una ballena, es un tiburón solo que afortunadamente come plancton. No es muy rápido pero es 
enormemente grande, yo nade con varios de hasta 12 metros pero los hay hasta de 18 metros. Tienen una boca de 1.5metros. Uno no debe de acercarse mas de tres metros para que no te golpee con una de las aletas, pero la tentacion era muy grande, a veces me lo encontraba de frente, así que en una de estas me agarre a la aleta y me llevo durante unos segundos hasta que se sumergió. Fue una experiencia única.
De allí fui a la ciudad de Legazpi donde esta el volcán Mayon, activo y humeante que me deleito con buenas vistas durante los 60 km de pedaleo. Ahora si que realmente estoy cerca de casa, (es broma). Por una larga historia de mi segundo día en Philippines acabe en el seminario de Legazpi donde me dieron alojamiento, el padre Paul de 28 años habla perfecto castellano, estudio en Pamplona y conoce mucho Vitoria-Gasteiz, así que charlamos largas horas. El sabe que no soy cristiano pero insiste en que no se que Dios me guiara, yo le digo que es la bicicleta, los dos sonreímos, cada uno a lo suyo.







