Ya en Bangkok pase varios días con mi amigo Masaki de Nippon a quienes la policía nos detuvo por supuestos traficantes. Al parecer mi camisa de flores tenia la culpa. Dos días mas tarde conocimos a una pareja de Thais que nos invitaron a beber y a ir a su apartamento, lo único que recordamos al día siguiente los dos es que montamos en un taxi de color rosa. Nos habían drogado. Nos despertamos en un lujoso hotel cada uno en su cama. Afortunadamente mi zona anal no me dolía y tampoco me habían dejado 30 $ en la mano lo cual era buena señal. Desafortunadamente nos habían robado el dinero y las cámaras. Eso si que me dolió, mi preciada cámara y todo mi material fotográfico de mas de un mes de trabajo había desaparecido. Me pase dos días recorriendo los mercados de trapicheo pero no di con ella, compre otra cámara, también robada claro, pero a buen precio aunque no le hace sombra a la otra.
No era la primera vez que me invitaban, ni a beber ni a comer, ni a casa de extraños por lo cual acepte, y volvería ha hacerlo, de cada experiencia mala o buena siempre se aprende, esa la aventura de la vida.
En el total de mi estancia en Thailandia ya era la tercera vez que acababa en comisaria. Una para declarar a favor de un francés que conocí que le habían golpeado y intentado robar en su habitación. Otra por supuesto traficante y la ultima para poner la denuncia del robo.
Me aloje por unos días en el apartamento de mi colega Rene de Österreich, vino a trabajar para 8 meses y ya lleva 8 años en Bangkok. Deje la bicicleta en su casa por unos días después de pedalear por la loca Bangkok y respirar altas dosis de polución aun usando mascara. Vivimos a las afueras de la ciudad, hice auto stop en la carretera que va hacia el oeste, llegue a Nakhon Pathom donde se encuentra el monumento budhista mas alto del mundo con 127 metros. Es una enorme campana dorada a modo de templo. Continué hasta llegar a Kanchanaburi famoso por la película "el puente sobre el río Kwei" y por que en este sitio construyendo la linea de ferrocarril murieron mas de 100.000 prisioneros bajo dominio nippon en la segunda guerra mundial. Hay montones de sitios para alojarse a precios económicos a orillas del río Kwei.
En auto stop llegue al Templo de los Tigres, en el cual hay que dar una donación, que ahora es de precio fijado, ellos la siguen llamando donación. El templo gestionado hasta hace unos años por los monjes budhistas ahora lo lleva una ONG, donde los turistas visitan a los enjaulados tigres que son paseados 2 veces al día hasta un canon donde tienes derecho con la entrada ha hacerte una foto con uno de los tigres."Tres Tristes Tigres". Menudo circo que tienen montado. También visite unas cascadas que apenas bajaba agua y no muy impresionantes donde los locales van a pasar el domingo.
Un hombre me vio caminando y paro su vieja moto para llevarme hasta el famoso puente del río Kwei, cerca de una hora y media en aquella vieja moto en la que el cuentakilómetros no funcionaba pero yo recordaba haber ido a esa velocidad en mi bicicleta. Lo mas curioso fue que el hombre no iba en aquella dirección, cuando llegamos se dio la vuelta por el mismo camino.
Tres días antes había conocido a Penh en Nakhon Pathom, pase unos días en su casa con ella y su familia. Fuimos a visitar los mercados mas tradicionales, donde se pueden comprar sapos y culebras para degustar. Alli comimos capullos de gusano no muy sabroso potr el contrario las cucarachas y otros coleopteros de dificil distincion para mi, con aceite y un poco de picante eran un manjar.
Se preparaba la celebración para convertir a uno de los locales en monje budhista.